sábado, 2 de mayo de 2009

El tordillo de Don Romualdo


Don Romualdo nos invitó a pasar y a tomar unos mates en su galería de troncos de quebracho. No nos fue difícil aceptar la invitación ya que la costumbre del mate es la de la amistad, la de compartir, y así lo vivímos siempre en nuestra Argentina amada.
Habremos estado como media hora cebando unos verdes y nos dispusimos a echar un vistazo a su tropillita, su "tesoro" como él les llama a sus baguales.
De entre todos los animales allí reunidos me sorprendió la apostura de uno en particular, un tordillo de sangre pura, árabe a juzgar por el hocico refinado, la cola levantada en el andar y el paso majestuoso de quien se sabe de buena raza. Su pelaje blanco refleja mil colores de la tarde y desde lejos se nos queda observando y olfateando para ver cuales son nuestras intenciones...
Hace varios días que continuamos viaje dejando atrás a Don Romualdo y a su "tesoro", pero la imagen viva del tordillo quedó grabada en mi memoria.

1 comentario:

nancy.nn dijo...

Belleza de la naturaleza captada por el espríritu y la memoria : una delicia.

Felicitaciones Cruz !