lunes, 17 de diciembre de 2007

Casco del Topo


Llegamos a la Estancia "Alborebí" por el viejo camino que viene del lado de Santa Cruz. El Casco viejo, llamado del "topo" nos hace pensar en epocas de esplendor de la region. Ahora lo administra su nuevo dueño, el "gordo" Cayol, un enamorado del folcklore que emana del lugar, y sueña con restaurar la grandeza y la vida del paraje. La aventura del pionero nos adentra en el sueño de aquellos en los que corre sangre valiente por las venas.
todo es posible para los que sueñan.

Don Zoilo


Cuentan las viejas lenguas, cuasi petrificadas en sus ancestrales sillones del precambrico anterior... de Don Zoilo...: ahh, cómo me hacía reir ese jovencito, era una fiesta para mis maxilares y un dolor de abdominales el escucharlo. que gracioso!
Don Zoilo, pocos lo conocen por su nombre real: Don Steiger, hace emocionar a las piedras con sus cuentos famosos en toda la cuenca del salado y del dulce. Cada vez que busca un poco de paz se retira a su ranchito en el campo, y se pasa las horas abajo del alero, con su mate y su perro. siempre nos cuenta de su compañero de mateada: "lo hallé perdido en su sierra, cimarrón, echo un tigre... tuve que traerlo esposado...y ahi se quedó aquerenciado, malhaya!...un perro... cosas que pasan"

Puesto Bandera


El peón: Domingo Taboada. Con dedicación se aplica a trabajar la hacienda y trabajos rurales generales. Llegó hace muchos años siendo apenas un mancebo, y se quedó aquerenciado, con el precio impagable del buen patrón que lo tuvo siempre como otro hijo más.
La patria le hizo el honor de confiarle esa parcelita de tierra a la que le pone todo el corazón, y Domingo le hace el honor con su trabajo y al poner la albiceleste colgada en la punta del árbol de al lado de su rancho.
Ya hace años que está y pasó a llamarse "puesto bandera" por la gente del lugar, lindo remanso de paz y tranquilidad del hombre honesto que trabaja por su pan.

Estación Sa Pereira


Al centro de Santa Fe y a 70 Km de su capital, yendo por la Ruta Nac. 19 hacia Córdoba, nos encontramos con Sa Pereira. Su estación ferroviaria lleva el nombre del fundador del pueblo, Eduardo de Sa Pereira, quien heredara las tierras de su padre Domingo allá por 1880. Famosa época la de la generación de los 80´, en que se pensó cómo querían que fuera Argentina y su luchó por que los ideales fueran realidad.
Me hizo pensar: ¿cuáles son mis ideales?¿lucho por estos?
Lindo recuerdo conservo de allá del departamento de "las colonias", y les deseo lo mejor a todos sus habitantes.

La vieja estacion



No recuerdo su nombre, pasamos rápido y veniamos mal dormidos. Las letras del cartel estaban bastante gastadas y las sombras de los árboles no ayudaban tampoco... pero ahi está la estación, como tantas otras diseminadas a lo largo de nuestra amada república. Las vías con el pasto crecido entre los durmientes, los galpones de almacenamiento de todos los productos que se guardarían en aquellos tiempos en que funcionaban por tantas vias las locomotoras...
ahora creo que piensan en hacer un museo para aprovechar el espacio, con las fotos de los primeros pioneros de estas tierras, aquellos que venían sin nada, pero con esperanzas y con ganas de trabajar, hacer dar fruto a la tierra y sus alrededores, con libertad, con voluntad, con constancia, como se dice hoy "con pilas" para construir rascacielos en el yermo, pero sin necesidadl de tales monumentos, al contrario, con la sencillez del que valora otras cosas, otra forma de vivir plenamente desde la amistad, el trabajo compartido, la familia, y el disfrute de la obra Creada...

El Vaden



Nadie lo conoce de otra forma... el vaden. La formación del terreno formó el nombre de algo que ya nadie sabe que fué. Quizás una pulperia, o tal vez un almacén de ramos generales. Las historias se entretejen como lenguas hay en la zona. Unos dicen que hay fantasmas, otros que allí vivió un reconocido forajido perseguido por la justicia, pero la cuestión que nadie sabe de quien es... eso sí, la antigua construcción se mantiene intacta como si estuviera habitada, siempre limpita, hasta barrido el piso... pero nunca nadie vió un ánima viva en esos menesteres.
el vaden...